Tipos de bolsas, ¿para qué puedo utilizarlas?
Las bolsas son elementos esenciales para los negocios, pues permiten a los usuarios llevarse todo lo que han comprado cómodamente a casa o bien a los repartidores transportar con facilidad los objetos, alimentos o productos.
La primera bolsa que se elaboró surgió en el año 1850 por parte del estadounidense Francis Wolle y, poco después, fue Margaret E. Knight la que mejoró el diseño para colocar asas en ella y poner una superficie plana que ofreciera estabilidad a los objetos en su interior. Desde entonces, hemos podido elaborar bolsas de muchos tipos y con cantidad de materiales.
A finales de los años 60 llegaron las versiones de plástico, que dominaron en el mercado hasta hace muy poco tiempo. En la actualidad, como nos hemos dado cuenta de lo contaminante que puede llegar a ser este material, estamos reinventando de nuevo este concepto aplicando novedosas materias primas ecológicas y biodegradables.
Las bolsas, lejos de desaparecer, están en una evolución constante. Si tienes un negocio, una tienda o un restaurante con comida a domicilio, te interesará conocer todos los tipos de bolsas que existen hoy en día y para qué puedes utilizarlas. ¡Sigue leyendo y lo descubrirás!
Las bolsas en la actualidad, ¿cómo son?
La bolsa no deja de ser un saco ligero que puede tener asas para agarrarlo con las manos con más comodidad y que permite introducir todo tipo de objetos en su interior con la misión de transportarlos. Las usamos cada día, de muchos tipos y formatos, aunque rara vez reparamos en ellas hasta que nos toca tomar una decisión para nuestro propio negocio.
En la actualidad las hay con cualidades muy específicas según lo que se pretende introducir en ellas. Algunas se presentan con una gran resistencia para llevar objetos pesados, mientras que otras tienen materiales que resisten las grasas o las manchas con la intención de llevar alimentos en su interior sin que se dañen.
Los modelos más recientes son ecológicos y sostenibles. Esta nueva corriente atiende al problema que está surgiendo con las clásicas bolsas de plástico, productos incapaces de degradarse en el medioambiente que quedan como residuos en el mar o en la naturaleza y que causan grandes daños, además de emitir grandes cantidades de sustancias contaminantes durante su proceso de creación. Ante esta situación, surgen empresas como Servimark hoy en día que se encargan de crear y distribuir todo tipo de bolsas reciclables.
Los tipos de bolsas y para qué sirven
¿Tienes una nueva tienda y necesitas tomar una decisión sobre las bolsas que vas a comprar?, ¿o tal vez vas a abrir un negocio de alimentación? En ese caso, debes conocer la gran cantidad de tipos de bolsas diferentes que existen para tomar la mejor decisión y hacerte con las adecuadas. De esto dependerá parte de la eficiencia de tu servicio y la imagen que vas a transmitir a tus clientes. Toma nota, aquí te lo contamos todo sobre los diversos modelos que hay en el mercado.
Bolsas de papel de asa plana
Las bolsas de papel de asa plana tienen la facilidad de almacenarse dobladas o quedando totalmente planas como si fueran una hoja de papel, sin ocupar espacio. Se usan mucho en comercios o tiendas de productos gourmet porque presentan una buena resistencia, son cómodas de guardar y su material se puede reciclar.
Bolsas de papel de asa rizada
Esta variante tiene un asa fina que es rizada y también permite ser aplanada para ocupar menos espacio. Se emplea para llevar productos que son menos pesados, ya que la superficie para agarrar el asa es más delgada y podría resultar incómoda al ejercer presión en las manos.
Bolsas sin asas
Las bolsas sin asas también suelen ser de papel y tienen un tamaño comúnmente más pequeño. Esta variante se suele utilizar como protección para objetos pequeños o bien en la distribución de alimentos, por ejemplo en las panaderías. Son útiles para aislar el producto en el momento de la venta y que este llegue en buenas condiciones a su destino.
Bolsas de rafia
Las bolsas de rafia están creadas con una fibra natural que se extrae de un árbol de palma de origen africano. Tienen el aspecto de un saco de estilo rústico de tela y son altamente resistentes, también flexibles. Permiten ser reutilizadas gracias a la calidad de este material y también son ecológicas, biodegradables y reciclables. Son perfectas para establecimientos que necesitan materiales capaces de transportar todo tipo de productos y que quieren proporcionar soluciones más respetuosas con el medioambiente a sus clientes.
Bolsas de plástico
Las bolsas de plástico se emplean mucho en supermercados y otros establecimientos gracias a las magníficas propiedades de este material: son resistentes, pero ligeras, y aguantan bien el agua sin llegar a deteriorarse. Como las versiones tradicionales ya se están prohibiendo por su elevado índice de contaminación, hoy en día se están comercializando nuevas soluciones con termoplásticos que son reciclables.
Bolsas antigrasa
Las bolsas antigrasa suelen tener un tamaño pequeño y algún tipo de refuerzo o capa protectora en su interior. Permiten introducir alimentos sin que el material se deteriore con la grasa que tienen. Son las que sirven, por ejemplo, con las patatas fritas en los establecimientos de comida preparada o para llevar.
Bolsas zip
Las bolsas zip son las que vienen sin asas y con un sistema de cierre por presión muy sencillo de utilizar. Se emplean muy a menudo para guardar productos congelados y también para guardar objetos como joyas o pequeños abalorios. Suelen ser transparentes y permiten ver lo que hay en su interior.
Bolsas de basura
Las bolsas de basura son de gran tamaño y permiten guardar los residuos en su interior. Tienen un sistema de asas que permite cerrar el paquete en su totalidad para que sea más higiénico. A menudo se hacen con plásticos diferentes que son resistentes y se emplean precisamente para esta misión, guardar la basura y ponerla en los correspondientes contenedores.
Bolsas de algodón
Las bolsas de algodón son las más sofisticadas, pues emplean este tejido que es natural y que resulta altamente resistente y duradero. Se suelen usar con el fin de reutilizarlas y ofrecer una larga vida al producto. Son comunes en tiendas de ropa, accesorios y otros materiales. A veces se cobra por ellas en los establecimientos porque su precio es más elevado y su rendimiento puede ser prolongado. De esta forma, el usuario la puede llevar de nuevo a la hora de hacer su próxima compra sin necesidad de adquirir una nueva.